Mario Mazzitelli:
Hacia el 2013, reiniciar el camino del voto electrónico.
Las internas del pasado 14 de agosto volvieron a estar cargadas de irregularidades. Nada nuevo. Los partidos políticos radicaron innumerables denuncias en sede judicial. El propio juez Manuel Humberto Blanco hablo de horrores. La Dra. Servini de Cubria pone sobre el tapete la figura de los facilitadores. El gobierno remueve a casi 300 presidentes de Mesa para el 23 de octubre por las deficiencias en los telegramas y las actas de escrutinio. El sistema no funciona bien. Aunque el oficialismo tenga la mejor intención, la oposición tome todos los recaudos, el personal asignado responda de forma eficiente, el carácter vetusto e ineficiente no se lo quita nadie. Aunque pasen los años. No vale la pena detenerse demasiado en algo que debería pasar al museo de la democracia argentina.
En estos días fuerzas opositoras, políticas y mediáticas, avanzaron en la idea de la "boleta única". Todos sostienen que de esta manera se evitaría el "fraude", por menor o mayor que sea, que venimos sufriendo elección tras elección. La ausencia de boletas, la manipulación de las urnas al momento del cierre de las mesas, la insuficiente cantidad de fiscales, su distribución poco inteligente, presidentes de mesa sin suficiente preparación, el escrutinio provisorio en cabeza de la empresa privada Indra (143 millones de pesos), la cobertura del Ministerio del Interior con lo que el oficialismo es parte y juez al mismo tiempo, el costo de las boletas para la interna (110 millones de pesos), etc. Se realzan las experiencias de Santa Fé y Córdoba, donde sin lugar a dudas la "boleta única" significó un salto adelante.
Algunos sectores de la oposición observaron que la elección a presidente está resuelta. Sobre esa base llegaron a la conclusión que lo único que quedaba por discutirle al gobierno es la composición del Congreso. Siendo la boleta única más propicia al corte, "cambiemos ya". Una reforma política necesita consenso. No se trata de imponer mayorías transitorias. Con sensatez en la Comisión de Asuntos Constitucionales el Diputado Adrián Pérez sostuvo que el cambio no era aplicable para el 23de octubre de 2011 por falta de tiempo. Propuso que el cambio fuera planteado de cara al 2013 y todos manifestaron su acuerdo.
Mi opinión personal es que, si el tiempo de aplicación es el año 13, tiene mayor sentido avanzar con el voto electrónico. Mario Wainfield de Pagina12 sostuvo en nota editorial que: "El voto electrónico ha de andar solo por las calles, desamparado, mal entrazado y sin nadie que lo reconozca. Quién te ha visto y quién te ve. Hace un año o dos era sindicado como la piedra filosofal del sistema electoral, la panacea que sanaba todas las dolencias. Cuando se implementó en las elecciones provinciales de Salta, con alcance para una parte del padrón, los elogios llegaron al paroxismo." Es indudable que el oficialismo no quiere el voto electrónico.
Porque decimos reiniciar el camino
La crisis del 2001 fue financiera, económica, social, institucional y de representación. Esta última fue admitida por toda la dirigencia política y a partir de allí uno de los slogans fue la "reforma política". Dentro de la misma la piedra angular fue el voto electrónico. ¿Quién tomó la delantera en aquella oportunidad? Como en otras ocasiones el mismísimo PJ. Felipe Sola y Florencio Randazzo fueron los abanderados.
"El 14 de septiembre de 2003, ocho distritos de la provincia de Buenos Aires fueron protagonistas de un hecho inédito en la historia de nuestro país. Por primera vez se utilizó el sistema de voto electrónico inaugurándose, así, una nueva etapa en la vida institucional argentina."
"Esta primera experiencia sirvió para marcar un rumbo inédito en el desarrollo del proceso electoral que, de ahora en más, se caracterizará por ser austero, económico, eficiente y, por sobre todas las cosas, transparente."
Decía con motivo de aquella exitosa experiencia el jefe de gabinete de Felipe Sola, Florencio Randazzo: "Nuestra meta es que en el 2005 implementemos el sistema de voto electrónico en todo el territorio de la provincia,..."
¿Qué paso que en 2005 no se implementó? ¿Por que se echó por tierra aquella brillante experiencia en la 7º sección electoral en el que votaron los extranjeros? ¿Por qué no se capitalizó las simulaciones realizadas en La Matanza, Quilmes, Lomas de Zamora, Mar del Plata, San Miguel, Pilar, Luján, Mercedes, Chivilcoy, La Plata y Berisso? ¿Por qué en 2005, 2007, 2009 y 2011 se sigue repitiendo la boleta múltiple? ¿Cuál es el motivo de mantener la sábana vertical y horizontal? ¿Por qué no se siguió trabajando en el marco del Acuerdo de Cooperación Técnica con el Tribunal Superior Electoral de la República de Brasil? ¿Por qué no continuaron los acuerdos con las universidades que participaron de la experiencia y el gran número de asociaciones intermedias que gustosas fueron pioneras en este terreno?
Una 1º respuesta de acercamiento es que: el oficialismo desistió de utilizar el voto electrónico porque debilita el poder de los aparatos estatales, partidarios y sociales e impide manipular un número de votos que le vienen bien a quien maneja los resortes del comicio el día de la elección.
Boleta única o voto electrónico.
En la actualidad el debate sobre la "boleta única" busca evitar el "fraude". Nadie podría manifestarse en contra y desde el espacio Proyecto Sur no tenemos duda en dar respaldo a esta iniciativa.
Pero observese la particularidad que el método está ligado a la resolución de cuestiones al interior de la dirigencia política. Es decir, cuando se piensa en convocar una y otra vez al Pueblo, de una o de otra manera, siempre es para resolver quienes son sus representantes. Nunca una consulta en torno a un tema, asunto o problemática trascendente. Es que las dificultades para organizar una consulta, con uno u otro método, son tantas que desalienta cualquier iniciativa al respecto.
El voto electrónico representa un salto cuantitativo y cualitativo para la democracia argentina. Cuantitativo porque resulta más "austero, económico, eficiente y transparente." Según nos enseñara la experiencia realzada por el actual Ministro del Interior.
Y cualitativo porque permitirá avanzar hacia una democracia con mayor protagonismo popular. Se podrán realizar consultas al Pueblo con mayor frecuencia. Se lo podrá hacer en los niveles municipal, provincial y nacional conforme los motivos de cada convocatoria en el marco de la legislación vigente. Así temas cruciales para el devenir de la República no quedan encriptados por el arcaico artículo 22 de nuestra CN: "El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución.", y se amplía el ejercicio de la soberanía popular sobre los destinos comunes.
La electrónica en la vida cotidiana.
La presencia es tan abarcativa, lo hemos mencionado en otras notas, que huelga seguir justificando su incorporación a la vida democrática del país. Lo que vale la pena resaltar es que resulta difícil entender a un oficialismo que se jacta, con justicia, de entregar millones de netbooks a los estudiantes y organizar Tecnópolis, al tiempo que le niega a los ciudadanos ejercer su derecho a elegir y ser elegidos por un método económico, eficiente y transparente.
El voto electrónico en Argentina.
El voto electrónico se viene experimentado con éxito en nuestro país. Salta donde en 2009 voto el 10% del padrón y en 2011 el 30%, Tierra del Fuego, Marcos Juárez en Córdoba, 7ma Sección en 2003 en Buenos Aires, Pinamar y un conjunto de otras experiencias, son la demostración más palpable que se puede implementar el sistema. La seriedad y responsabilidad son condiciones inexcusables para que esta propuesta pueda avanzar en un marco de confianza ciudadana. Avanzar progresivamente, realizar las simulaciones que sean necesarias para la familiarización con el sistema, la puesta a punto del mismo, la posibilidad de "auditar" su implementación y experimentación por parte de la ciudadanía, los partidos políticos, el mundo académico, y otros; así como la concurrencia cooperativa de países hermanos en los que ya funciona el sistema, resultan claves para ponerlo en marcha de cara a las elecciones de 2013.
Las suspicacias y los errores propios del sistema.
Los argentinos desconfiamos de casi todo y algunas razones tenemos. Asimismo en el mundo existen muchas observaciones, cuestionamientos y hasta prohibiciones judiciales en torno al voto electrónico. Al mismo tiempo se observa un avance que no se detendrá. Son muchos los países que lo utilizan y no se escucha decir a nadie que hay que volver al pasado. En todo caso existirán cuestiones por mejorar. Nadie en su sano juicio podría justificar a los bancos usando cajeros automáticos y en cambio condenando a la Democracia a renunciar al uso de tecnología avanzada. Sobre esta cuestión valdría la pena volver a recordar las condiciones técnicas de la experiencia bonaerense de 2003 donde se sostuvo sobre el sistema: a) Es imposible modificar el contenido del disquete de votación que transporta el Acta de Cierre de Votación. b) Es imposible adulterar el sistema para que redireccione votos. c) Es imposible destruir o alterar datos de los centros de procesamiento. d) Es imposible destruir los discos de los centros de procesamiento. e) Es imposible introducir virus en el disquete de votación.
Quedará para el debate político el modelo de votación. Si es por partido, por categoría, etc. Lo que ya no da lugar al debate es el cambio de sistema. Defender algo tan vetusto, lleno de fallas, complejo y caro, resulta de una cultura conservadora poco apta para enfrentar el futuro. Si no es para el 13, será para el 15 o el 2025, lo que no tenemos que tener dudas es que el voto electrónico reemplazará al formato actual. Y adelantarlo resulta un acto de inteligencia política.
Mario Mazzitelli
Secretario General del Partido Socialista Auténtico (PSA) en Proyecto Sur
PSur Pcia. Buenos Aires
afiliacionesproyectosur@yahoo.com.ar
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