La urgencia de pasar a la acción
Nos complace mucho poder reencontrarnos con cada uno y una de ustedes luego de un breve receso, que afortunadamente hemos podido aprovechar no sólo para tomar el descanso que realmente necesitábamos, sino para reorganizar y planificar algunas cosas para este año, cuyos resultados iremos viendo con el correr de las semanas. Y que esperamos se traduzcan en beneficios para todas las personas que nos visitan en el portal y que reciben esta publicación.
Son tantas las personas que nos acompañan, que nos hacen sentir muy ilusionados de que el cambio es posible y a la vez nos cargan de una gran responsabilidad. Intentar convertir esa ilusión, esa retórica, esas letras, en acción. Ese ha sido hasta ahora, un paso muy difícil, tan difícil como necesario.
Sin embargo no nos desanimamos. El mundo entero necesita una revolución, pero esta vez es muy diferente a las anteriores e infinitas revoluciones que ha habido en la historia de la humanidad, de las que la mayoría ni siquiera se tiene algún registro. Sucede que todas las revoluciones anteriores tenían de su lado el factor tiempo, se podían dar el lujo de prolongar los plazos y retrazarse en sus planes si se consideraba conveniente para la concreción de los objetivos.
Esta vez, amigas y amigos, esta vez no hay más tiempo.
Todos los índices tanto climáticos, como de depredación y contaminación de los océanos, bosques, montañas, humedales y demás ecosistemas imprescindibles para mantener al planeta en condiciones de brindarnos un hábitat en el que podamos desarrollar nuestra vida, están en situación de alarma.
Entonces, estará en la conciencia colectiva la elección que tomemos como especie. Si simplemente nos resignamos a que hemos dañado tanto el planeta que no hay retorno posible y seguimos con nuestras vidas tal como hasta ahora, desentendiéndonos de lo que con esa decisión haremos padecer a nuestros hijos, nietos y futuras generaciones. O nos decidimos de una vez por todas a sentar las bases de una sociedad nueva, con nuevos paradigmas, un hombre nuevo.
Resulta muchas veces difícil pasar de sólo leer y comentar sobre lo que creemos, sobre ideales y utopías a la acción física y concreta de “hacer algo”. Las trampas del sistema son infinitas. La red está perfectamente planificada para no dejarnos tiempo, ni fuerzas para hacerlo. Para sembrarnos dudas, intereses y necesidades ficticias. Para ocultarnos realidades evidentes y distraer nuestra atención de las cosas verdaderamente importantes hacia actividades que le resulten inofensivas.
Este año intentaremos recorrer juntos el camino de la acción. Porque la teoría es fundamental y debe existir siempre como referencia, como apoyo intelectual, como fuente de información. Pero lo concreto es que el tiempo no esta de nuestro lado en esta oportunidad, así que manos a la obra.
Desde Ecoportal les deseamos un gran año, un año de construcción, de obra. Un año en que tomemos mas conciencia de que cada uno de nosotros es necesario y trabajemos mas, desde las ideas y desde la práctica, para lograr un mundo en el que todos los seres que lo habitamos podamos tener una vida mas digna, justa y ambientalmente sustentable para nosotros y las futuras generaciones.
Nos reencontramos la próxima semana, con una nueva entrega de esta publicación.
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