Proyecto Sur es un movimiento político, social y cultural que ubica el respeto a la condición humana sobre cualquier otra consideración, proclamando como principios básicos la defensa del ambiente y la propiedad pública de nuestros recursos naturales, como condición para alcanzar una auténtica justicia social y garantizar la soberanía nacional.

domingo, 5 de junio de 2011

5 DE JUNIO: DÍA INTERNACIONAL DEL MEDIO AMBIENTE. NOTA DEL LIC. EN GESTIÓN AMBIENTAL (Y RESPONSABLE DEL AREA EN PROYECTO SUR) CARLOS MORA.

5 DE JUNIO  “DÍA INTERNACIONAL DEL MEDIO AMBIENTE”
Los  por qué de un día de tristeza plena
Que puedo ya decir, he consumido todas mis palabras, solo queda el esfuerzo y la lucha por hacer entender que existen alternativas, posibilidades,  que nosotros somos esas soluciones, cada uno. Dentro nuestro están esperando que las exhibamos  y las empleemos frente a ese mensaje que se recibe día a día: -No se puede. ¿Cómo vas a hacer para vencer a los poderosos?... ¡Es una utopía!
Si se toma  a la sociedad como un todo organizado a partir de decisiones individuales (hoy, individualistas), observamos que se  halla, en parte, como partícipe responsable de lo que ocurre, por omisión y no participación de la mayoría de los actores sociales, excepto unos locos, como nos catalogan algunos, faltando absolutamente el respeto a quienes solo deseamos vivir en un planeta como debería ser, unos locos, decía, que andamos manifestándonos aquí y allá, de basural en basural, de negociado en negociado,  de Esquel a Gualeguaychú, de Andalgalá a Rigolleau, del Vial Costero a Villa Alcira y Nuevo Quilmes, de las islas del Delta a cualquier intento de negocio inmobiliario en lugares no aptos, física-ecológica ni éticamente, pero que igual se realizarán con la complicidad de quienes “administran” los problemas y nunca los solucionan. Como las decenas de tosqueras del tercer cordón del Conurbano, que terminan en basurales a cielo abierto y trampas mortales, para niños y jóvenes en época estival, cuando están repletas de líquidos símil-agua.
Los medios festejan el acuerdo parlamentario hacia una ley anti-tabaco,  mientras en la Ciudad Autónoma nos fumamos el esmog de ciento de miles de vehículos que ingresan desde un área Metropolitana sin planificación de transporte público. Y se lee, orgullosamente, en muchos puntos de la Ciudad “lugar libre de humo”, debería aclararse que ese humo ausente es solo de cigarrillo.
Vivimos en un país donde lo que no se ve, no molesta, y tiene nombre y apellido, ondas electromagnéticas de baja frecuencia, ésta producen  constantes “feedback “entre antenas y aparatos, mientras en medio de ello hay personas bombardeadas de manera constante y reiterada. La Organización Mundial de la Salud y la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer advirtieron, con pruebas sólidas,  que la utilización de celulares acarrea posibles causantes de gliomas, un tipo maligno de tumor. Ambas organizaciones anunciaron en Lyon que los campos electromagnéticos generados por las radiofrecuencias de ese tipo de dispositivos se consideran como posiblemente carcinogénicos para los humanos  y se clasifican, por ello, en la categoría "2B"[1]
Pero lo que sí se ve, se lo tapa, para que no moleste, como la basura, y utilizando la misma lógica, se la entierra y listo… problema acabado, de la cuna a la tumba, por ello el CEAMSE es una empresa del Estado que “administra” el cementerio de la basura, un negocio que no moriría en cientos de años, o mejor dicho el período de tiempo  que demore su degradación natural. No se debe olvidar que el desarrollo tecnológico, produce nuevos compuestos artificiales, no codificados por la naturaleza y por ende fuera de los ciclos biogeoquímicos que degradan en tiempo lógico para su natural reinserción. Este día podría ser cambiado en poco tiempo por  el “Día del Medio Ambiente Artificial”, con su viejo y afamado speech de “Úselo y Tírelo”
Estamos insertos en un “modelo” que, para dar un ejemplo,  entiende a una cuenca, como el lugar físico para arrojar “todo” lo que no le sirve, incluso a los 5 millones de personas que la habitan,  como la del Matanza-Riachuelo; donde la única política de gestión certera es la que tiene implícita la frase: -Agua que no has de beber… déjala correr, para así llegar a confluir con el  “agua milagrosa” del Río de la Plata que se encargará de ella y todos los desperdicios que acarrea… Sí, el mismo agua que usamos para tomar, Sí, del río que recibe millones de litros diarios de desechos cloacales [2]e industriales, más todo lo que se arroja río arriba del Paraná sumado lo que últimamente proviene  del  Río Uruguay y las próximas pasteras que se instalarán, ya ante una inocultable complicidad argentino-uruguaya. Tenemos el increíble record de estar invictos respecto de las cuencas menores, no hay una de ellas  que deje de padecer la más alta contaminación, física, química y biológica. ¿La respuesta de una gestión seria?: Y… es la presión que ejerce el hacinamiento social en un territorio de características complicadas! ¿Soluciones?, Políticas de desarrollo centrifugo, gradual y  de largo plazo… ¿Largo plazo? Eso sí que es gracioso dijo alguien, ¿a quién le interesa?
Vivimos en un territorio donde la cantidad de celulares supera ampliamente a la de habitantes. Pero, dónde fueron a parar todos aquellos que ya no se utilizan. Somos la sociedad de los residuos informáticos, ¡ni hablar!, ¿cuántos años han pasado desde aquella Commodore 16? ¿cuántas toneladas de basura informatizada tuvo que tragar la naturaleza en ese tiempo?
Hoy, 5 de junio de 2011 podemos sentirnos “orgullosamente” esclavos de un monocultivo que ocupa más de 20 millones de hectáreas, y utiliza más de 200 millones de litros de herbicida, cuyos ingresos condicionan políticas sociales y de desarrollo, hundiendo todo otro tipo de alternativas ante la pasividad manifiesta de quienes dicen buscarlas. 
Somos un país que contribuye entre el 0,5 y el 0,6 % a la emisión total de los gases de efecto invernadero, una cantidad que parece casi irrisoria si se lo compara con casi el 25 por ciento que emanan los EEUU. Pero, cuando se analizan los números más detalladamente, surgen datos sorprendentes: “los argentinos emitimos, per cápita, más que los chinos o los hindúes, cuyos países están en plena aceleración económica, o que los brasileños o los uruguayos. Emitimos poco porque somos pocos”[3]
Un estudio de Defensoría del Pueblo de la Nación sostiene que casi la mitad de los menores del país es víctima potencial de los agrotóxicos, las industrias, la extracción petrolera y la ausencia de condiciones sanitarias básicas[4]. Más de cinco millones de niños que viven en Argentina se encuentran en riesgo de ser afectados por la contaminación ambiental en cualquiera de sus formas.
En los últimos años, la industria minera se desarrolló de manera impresionante en
Argentina, sobre todo la llamada “mega minería”, la cual se  asienta en la explotación de minerales metalíferos tales como el oro, la  plata, el cobre. Cada año, la industria minera presenta cifras impresionantes, nuevos récords en materia de inversiones, producción y exportación. 
 Pero de todos esos millones, al pueblo argentino no le queda nada, sino el impacto  negativo de todos los daños ambientales, sociales y económicos que provoca esta actividad a  gran escala. Mientras se enriquecen las transnacionales extranjeras gracias a los recursos naturales argentinos, las poblaciones locales sufren de numerosas violaciones de sus derechos y ven su futuro seriamente comprometido[5].  El cianuro, allí utilizado, es un químico de alta peligrosidad para personas y ambiente, ya que una cantidad del muy pequeña, cercana al tamaño de un grano de arroz, puede matar una persona, y a pesar que las empresas se empeñan en hacer notar un sumo cuidado en su manejo, encontramos ciertas discrepancias entre lo que dicen y lo que hacen, ya que en distintos informes refieren a una pronta volatilización, aunque según datos de EPA, Agencia de Protección Ambiental de los EEUU, sería cercano al año la reducción a la mitad de su concentración a partir de su mezcla con agua de pH bajo, que favorece su volatilización. Resultado de ello son las 20 mil toneladas de cianuro a la atmosfera cada año.

Napas contaminadas, aire sucio, agua de consumo dudosa, suelos expuestos a agroquímicos.

Hoy conmemoremos el Día de Medio Ambiente, tal si fueran fuegos artificiales, con los siguientes auspiciantes:  Polo Petroquímico de Ensenada-Berisso y Bahía Blanca, no dejemos fuera al Dock Sud y su “Villa Inflamable” sumergida en el sufrimiento ambiental; el lago San Roque, situado tercero en el ranking de contaminación del país, con un grave exceso de materia orgánica, donde abunda un tipo de algas que contienen toxinas que atacan el
hígado y el sistema nervioso y no se eliminan con los sistemas habituales de potabilización; Embalse Río Tercero, con similares problemas y  el agregado de la contaminación térmica producto de la refrigeración de la central nuclear; la mina de oro de Bajo La Alumbrera, con su conocidas filtraciones de ácidos hacia ríos y arroyos de Amanao y Vis-Vis, causando graves daños en la fauna y la flora; desde Chaco y su río Negro, que atraviesa su capital, Resistencia  y es desde hace mucho un cauce sin peces, lleno de desechos de fábricas de tanino, curtiembres y mataderos, e invadido por camalotes, recrea una zona con nueve meses de calor, donde  no hay pesca, balnearios ni navegación;  Colonia Loma Senés, Formosa,  donde por las fumigaciones en los campos de soja, sus habitantes sufren vómitos diarreas y otras dolencias, perdiendo cultivos y animales; el dique El Nihuil, que dejó sin cauce al Río Atuel (en mapudungún, significa Lamento), allá por el año 1948 en Mendoza, hoy, La Pampa recuerda este día del Medio Ambiente con una lacerante desertificación, casi  sin ovejas, pumas o carpinchos, para dar algunos ejemplos; en Misiones el Río Paraná se suma con una maloliente espuma proveniente de las pasteras cercanas a Puerto Piray, aguas de donde se abastecen muchos pueblos y ciudades río abajo[6];
Es sabido que la naturaleza emite gases de efecto invernadero, no sea cosa que le terminemos echando la culpa a ella por el cambio climático y el calentamiento global, ya que es un buen ejercicio culpar a otros, y una de las evasivas más utilizadas por los proxenetas  del modelo extractivo contaminante.
Hoy debemos recordar a las víctimas de Minamata (Japón), Love Canal (USA), Bhopal (India), Seveso (Italia), Chernóbil (Ucrania), Exxon Valdez (Alaska), British Petroleum (Golfo de México) que no solo son humanas, sino también ecosistémicas, para comprender que el desarrollo no se logra a cualquier costo y menos a costa del Medio Ambiente.
Prof. Carlos E. Mora
Licenciado en Gestión Ambiental


[1] PRESS RELEASE N° 208 Lyon, France, May 31, 2011 ‐‐ The WHO/International Agency for Research on Cancer (IARC) has 
classified radiofrequency electromagnetic fields

[2] Más de dos millones de metros cúbicos de desechos cloacales sin tratamiento se vertían diariamente en el Río de la Plata, a 2500 metros de la costa de Berazategui en el año 2000.
[3] ¿Y por casa cómo andamos? Contaminación en Argentina

[4] APAS (asociación Periodística de América del Sur) Contaminación en Argentina, Roberto Aguirre. Neuquen. 2010 con el apoyo de UNICEF, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
[5] Juliette RENAUD, asesora de Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz. IMPACTO DE LA MEGA MINERÍA SOBRE LAS POBLACIONES LOCALES EN ARGENTINA.2009
[6] Resumen de “MAPA DE LA CONTAMINACIÓN AMBIENTAL EN ARGENTINA
                                                                   

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