OTRO LUCHADOR POR LA JUSTICIA ASESINADO MIENTRAS LOS GOBIERNOS MIRAN PARA OTRO LADO HACIÉNDOSE LOS DISTRAÍDOS

OPINION

No nos acostumbremos a enterrar compañeros

18 NOV, 2011

Emotivo artículo sobre el asesinato de Cristian Ferreyra, otor luchador más por los derechos los pueblos originarios.

Sobre el aseinato de Cristian Ferreyra, por Fernando Bruni (Proyecto Sur Lomás de Zamora)

El 16 de noviembre será otra fecha más marcada con la sangre de los que luchan. Cristian Ferreya, de 23 años, fue asesinado por sicarios que responden a terratenientes de Santiago del Estero. En el hecho también resultó herido de bala Darío Godoy y un tercer hombre fue ferozmente golpeado. Las víctimas son integrantes del MOCASE (Movimiento Campesino de Santiago del Estero) y su lucha se hermana con todas las que existen en el país en defensa de la tierra.

Días atrás marchamos para conmemorar el primer aniversario del asesinato de Mariano Ferreyra en manos de la burocracia sindical, la semana que viene se conmemora también el primer aniversario de la muerte de Roberto López, integrante de la comunidad Qom en manos de la policía de Formosa.

Mientras el gobierno se jacta de no reprimir la protesta social, el hipocritómetro explota. No olvidemos a los 4 muertos de Jujuy, en reclamo de tierra y libertad.

La lucha por la tierra es cada día más feroz, porque los terratenientes y la complicidad  societaria de los funcionarios, no conoce límites. "Sojizar es la tarea" dice el gobierno,  plata fresca y verde para pocos, hambre, contaminación y muerte para muchos.

Como militante, cada vez que tocan a un compañero de cualquier espacio, siento que tocan a uno de los mios y eso es lo que sentimos todos los que tenemos un férreo compromiso con las luchas populares.

Nuestra solidaridad para con las familias y compañeros de los luchadores caídos es sentida y activa. No queremos acostumbrarnos a enterrar compañeros, eso no puede ocurrir. Somos militantes de la verdad y la justicia, queremos que se respete a los pueblos originarios, a los movimientos campesinos, a las mujeres, hombres, niños y ancianos que quieren vivir sin depender del clientelismo, sin depender de la mediocridad al poder.

Miles de hermanos están padeciendo las consecuencias de la minería a cielo abierto y de los agrotóxicos. Contaminación, cáncer, malformaciones en recién nacidos, agonías crueles y una condena a muerte inevitable si no se detiene este genocidio. No puedo dejar de mencionar al pequeño Ezequiel Ferreyra, que murió de cáncer por agrotóxicos a los 6 años, tras trabajar los últimos dos esclavizado en una granja avícola.

Los pueblos que protestan, evidencian la injusticia y molestan a quienes hacen sus negocios, por eso son reprimidos, porque aparentemente es un delito defender la vida, la tierra y la libertad. Sólo unidos vamos a vencer, sólo unidos vamos a construir un futuro digno de ser vivido.

Por un lado está la dignidad de un pueblo que lucha por sobrevivir, por el otro, el costo inhumano del poder.